lunes, 9 de mayo de 2016

El cliente y yo.

Deberian considerar las universidades incluir en los planes de estudios de Derecho alguna asignatura referente a la "psicologia del cliente" y que te adviertan de que te vas a encontrar con todo tipo de gente.
Supongo que con la experiencia aprendes a "calar" a las personas casi desde el primer momento y hasta a llegar a explicar donde no hay delito cuando el cliente está fielmente convencido de la existencia del mismo, por muy mal que te sepa.
Aprendes a saber decir que no llevas un determinado procedimiento y a reconocer la inseguridad de entrar en sala ("nunca sabemos por donde va a salir esta vez")

Aprendes a saber que tu mayor juez es el cliente; que es a él a quien debes de convencer de que actúas como actúas, de que dices lo que dices por una razón; de que llevarás la verdad hasta donde toque.
Y es que, la verdad del cliente se debe de convertir en tu verdad, y, donde un letrado no ve verdad, no debe aprovecharse de esa situación de convencimiento del cliente.

Pero, por favor, no nos torturéis por deciros "lo que realmente hay"... Más nos cuesta a nosotros explicároslo, creerme.

Nos vemos en juzgados.